Pere Salvà, catedrático de Geografía Humana: "Nunca se debate sobre los problemas de la inmigración porque a la mínima te llaman xenófobo"

"Hace mucho tiempo que se deberían haber tomado medidas contra la masificación, pero a los geógrafos nunca nos hacen caso", es la sentencia del catedrático de Geografía Humana Pere Salvà (Sant Jordi, Palma, 1950), sobre los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) que revelan el gran crecimiento de población en Mallorca. La isla ha sumado 40.000 extranjeros y ha perdido 900 españoles en los últimos cuatro años.
Salvà ejerció durante 50 años la docencia en la universidad. En su dilatada trayectoria, ha analizado el mundo rural y sus cambios territoriales, ha investigado sobre los recursos naturales de las islas y sobre los efectos del turismo en la sociedad. Tiene más de un centenar de artículos científicos publicados en revistas de todo el mundo, y es una de las voces más autorizadas para hablar de incremento de población en Baleares
Más de 40.000 extranjeros nuevos y la perdida de 900 españoles en cuatro años en Mallorca, ¿Cómo valora los últimos datos del INE?
La bajada de españoles peninsulares se veía venir. Ya no existe el mismo flujo de inmigración nacional que existía a finales del siglo XX y esta ha sido substituida por una inmigración exterior. Una hipótesis es que esta fuga está relacionada con el problema de la vivienda. Muchos de estos españoles vuelven a su lugar de origen después de haberse jubilado para dejarle sus casas a los hijos.
Y, por el contrario, hay un gran incremento de la población extranjera.
La inmigración laboral suele ser de países latinoamericanos, marroquís y subsaharianos, mientras que la residencial suele venir de países europeos como Inglaterra y Alemania.
¿Hay mallorquines que se van de la isla?
Hay una pequeña parte de residentes mallorquines que se van. Esta es la emigración especializada que se va a Inglaterra, Alemania o a otros sitios significativos. Es gente que va a sitios donde tienen mejores oportunidades y huyen de nuestros problemas de vivienda.
¿No tienen oportunidades en Mallorca los jóvenes especializados?
No y mira que aquí faltan médicos y enfermeros, pero no ofrecemos ningún atractivo para que se queden. Es una fuga de cerebros que si ofreciéramos una buena estructura no se produciría.
En Palma es donde hay el mayor desbalance, con la salida de 5.000 españoles y la llegada de 20.000 nuevos extranjeros.
En la ciudad es donde se concentra la gran mayoría de oferta. Palma representa más del 40% de la población de Mallorca y es donde viene más inmigración extranjera a trabajar. Además, es el sitio desde donde más peninsulares vuelven a sus comunidades de origen.
Si seguimos esta línea en 40 años habrá más extranjeros en Palma que españoles
Es posible que esto pase. Ya hay pequeños municipios donde la población nacida en el extranjero ya supone casi un 30% de la población total, como Alcúdia Andratx o Calvià. La gran mayoría de estos lugares son los que están especializados en turismo o la construcción.
¿Se tienen que tomar medidas para reducir la presión?
Hace mucho tiempo que se debería haber hecho, pero no nos hacen caso. Según previsiones del INE, en 2037 habrá más de 300.000 personas nuevas en las Balears. Viendo como está siendo la evolución es lógico pensar que un 90% de esta gente vendrá del extranjero.
Acabará Mallorca siendo como Hong Kong.
(Risas) Sí, tendremos mucha diversidad de orígenes. Algunos lugares de la isla ya son así de multiculturales, sobre todo en los lugares donde hay una mayor cantidad de inmigrantes laborables.
¿Es necesario hablar de inmigración en la política?
Es un debate que se debe poner en la mesa. Los partidos no lo hacen porque es políticamente incorrecto, sobre todo cuando hay elecciones cerca. El gran problema de la política es que se planifica cada cuatro años y nosotros deberíamos mirar a 15-20 años vista. Tenemos que pensar que la inmigración laboral viene a trabajar en sectores que nosotros rechazamos, pero si vienen 100.000 personas deberemos hacer 100.000 viviendas más a precios sociales. ¿Tenemos que cargarnos todo el campo para dar cabida a toda la gente nueva? Todo esto son preguntas que se deben formular.
¿Cómo se podría parar este crecimiento?
Las islas son un lugar ideal para hacer un control, pero no tenemos las competencias. Ni tan siquiera podemos controlar las llegadas de pateras en el mar. Para moderar la inmigración necesitamos medidas estatales. Igualmente, la movilidad humana es muy difícil de parar, porque es gente que viene de áreas necesitadas en busca de un lugar donde tener una vida mejor.
¿Ha hecho algo este Govern para parar la masificación?
Nada, solo palabras. En dos años le Govern no ha hecho nada para parar los problemas de la inmigración y el turismo, pero no es el único. Los partidos políticos mallorquines solo ponen parches, no existe un plan estratégico.
¿Es complicado para los políticos hablar sobre la inmigración?
Sí, porque no es políticamente correcto. Nunca se debate sobre los problemas de la inmigración porque a la mínima te llaman xenófobo. Piensa que es hablar sobre gente que está siendo muy explotada en sus lugares de trabajo.
La temporada cada vez dura más. ¿Ha conseguido mallorca la tan ansiada desestacionalización?
Esto es un problema, cuando se hablaba de este tema era para que en verano bajara la presión y que en invierno subiera un poco. Pero lo que nosotros estamos haciendo es mantener el verano y subir la temporada baja. A veces la estacionalización no es negativa del todo, porque son 3-4 meses de estrés territorial muy fuerte que se recupera en la temporada baja. En cambio, si mantenemos lo del verano todo el año la recuperación no será posible. El éxito del turismo llevará a un fracaso absoluto, no tendremos recursos ni físicos ni humanos y seguiremos con el estrés demográfico, laboral y la saturación.

