islas huérfanas y okupadas publicado en el Diario de Mallorca

Ian Mateu • 5 de mayo de 2025

La triste pérdida de un ilustre icono del regionalismo balear como lo fue, es y será don Pere Sampol, me impulsa a reflexionar sobre cómo este gran estadista se enfrentaría hoy al enorme reto que supone el actual contexto político y social que titula este artículo.


El INE determina que el 30% de los habitantes de nuestras islas son extranjeros, cada año 12.000 nuevos migrantes aumentan este porcentaje. Mallorca roza el millón de habitantes, no en vano en los últimos 10 años más de 130.000 migrantes se han convertido en residentes en las islas Baleares. Casi la mitad de los actuales residentes insulares no ha nacido aquí. Somos la Comunidad Autónoma más mestizada de toda España con el 47% de habitantes no natos en las islas y de mayoría extranjera.


Trato de imaginar qué nos diría Pere ante este escenario. ¿Qué opinaría sobre esta migración abusiva que colapsa y masifica nuestras islas? ¿Cómo pondría freno a las mafias de migración organizada que cada día inundan nuestras playas? ¿Cómo protegería nuestra tierra, los espacios públicos y la propiedad privada? ¿De qué manera defendería nuestra lengua en una isla de extranjeros? ¿Cómo lucharía por nuestra cultura y tradiciones si los mallorquines somos cada vez menos?

Estimado Señor Sampol, como gran defensor de Mallorca y de los mallorquines, le echamos mucho de menos.


Yo también me declaro regionalista, lo soy de mi padre y de mi madre, también de mis hermanos, de mi barrio, mis amigos y de mi colegio. Yo quiero ser autóctono, una persona con identidad propia y sentido de pertenencia. Quiero conocer y saludar a mis vecinos, sentirme seguro con todos ellos en el campo de fútbol, en el bar o en la plaza. Pere, te envidio porque en tus tiempos todo fue natural y sincero. Siento decírtelo, pero han arrasado con todo. De tu legado ya casi no queda nada. Sin mallorquines no hay lengua, no hay cultura ni tradición isleña. Todo se fue en una patera de ida y vuelta. Ahora todo es de todos: los idiomas, las casas, los servicios sociales, las religiones y todo lo demás. Madrid ordena y Baleares se desangra.

Allá donde estés no te voy a engañar. En la isla que tanto amaste no quedan mallorquines, ahora todos somos multirraciales, multicolores, multiculturales, multisexo, multilingües y analfabetos.


Ya no cuidamos del entorno, no pensamos ni discutimos. Desde Madrid nos dicen que somos tontos e improductivos, que mejor que no trabajemos y así nos darán una paga por no hacer nada. Son tiempos nuevos, donde no hay que esforzarse y mucho menos exigir o reivindicar en favor de los tuyos o de tu tierra. Siento decírtelo, pero los regionalistas se extinguieron.

Ya nadie habla de este archipiélago, de su lengua, de su ecosistema y tampoco de nuestra legítima herencia. En tu ausencia el Estado nos impele a renunciar a nuestra Compilación de Derecho Civil Balear y también a nuestra Ley de Sucesiones autóctona. Debo decirte, Pere, que en estas islas ya nadie conoce su Derecho Foral ni reclama sus derechos históricos. De hecho, cada día se okupan e inquiokupan casas y más casas, muchísimas y en todas las islas, pero como los de Madrid dicen que si son vulnerables no pasa nada, pues los pocos autóctonos que somos estamos calladitos, a ver si se pasa el mal rato.


Imagino que desde donde estés podrás comprobar que ya no somos llonguets ni pagessos y que nadie baila tus boleros. Los políticos ya no hablan de nosotros sino de los otros. Lo siento mucho muchísimo, pero de tu legado apenas queda nada.

Aquí ya nadie habla del hecho insular, de nuestro mar o de nuestra tierra, de los espacios naturales, de nuestra propiedad privada, del pueblo o de la pertenencia. Nadie se atreve a hablar, así es como dilapidan tu herencia.

Sin ti, Pere, nadie volverá a hablar del éxodo mallorquín fruto de la hambruna que sufrieron nuestros ancestros, allá en 1890. Sin ti nadie nos contará que las islas son limitadas y no aceptan los excesos. Dime qué opinas de que, desde Madrid, nos obliguen a ser islas masificadas y con fronteras abiertas a toda suerte de mafias.

Señor Sampol, debo reconocer cuánto lamento no haber llegado a escuchar lo que Ud., como líder regionalista, hubiera trasladado a las miles de familias que lo han perdido todo por culpa de un inquiokupa disfrazado o de un okupa que por no estar no está ni reconocido ni censado. Dígame, ¿quién ordena este desorden?

Ud. fue docto y un avanzado, por eso con o sin su ideario en común somos muchos los que ya le echamos de menos. Porque la tierra no tiene izquierdas ni derechas, tan sólo puntos cardinales que nos ayudan a organizar su legítima defensa. Ya solo somos el 50% pero aquí seguimos y si nos dejan aquí nos quedamos. Nos declaramos «mallorquines», pero es cierto que muy pronto ni en nuestra cuna seremos soberanos. Hemos muerto de éxito y nos han colonizado.

Ya nunca sabremos qué pensabas sobre este desgraciado y desagradable eclipse local, se apagó tu voz regionalista y ahora somos islas huérfanas y okupadas.

En mi opinión lo que importa no es el color político que uno proclama, sino el amor que uno emana por su tierra y por su gente. Confiemos que aún podamos recuperar, todos a una, el respeto por nuestras islas y aprender a defender lo que siempre fue nuestro para continuar con la labor de nuestros ancestros: transmitir a nuestros herederos su legítimo patrimonio y también nuestros valores, nuestras raíces y esa inconfundible esencia salada.

Adiós, Pere Sampol. Las islas te recuerdan.


Por Ian Mateu 23 de junio de 2025
La okupación y la inquiokupación (cuando inquilinos legales dejan de pagar pero se niegan a abandonar la vivienda) siguen siendo un problema creciente en Cataluña. Según datos del Departamento de Justicia de la Generalitat, en 2024 se registraron 1.200 denuncias por okupación ilegal en la región , con un aumento del 15% respecto al año anterior. En Tarragona, los casos más mediáticos giran en torno a propiedades vacías, pero también a situaciones como la de Joaquim Álvarez, un vecino de Reus cuya vivienda en el exclusivo Gaudí Reus Golf Club (antiguo Aigüesverds) fue convertida en piso turístico por sus inquilinos morosos, quienes cuentan con un certificado de vulnerabilidad emitido por el Ayuntamiento de Reus. Joaquim Álvarez ha relatado a RAC1 cómo su decisión de alquilar su casa en 2019 para aliviar la presión de la hipoteca se transformó en una pesadilla. "Nos mudamos a una masía con mi mujer y nuestros tres hijos para reducir gastos, pero nunca imaginamos que acabaríamos sin cobrar el alquiler y con una multa de Hacienda por una actividad que no cometimos", explicó. El contrato con la familia inquilina (también con tres hijos) era por tres años , pero los impagos comenzaron en 2020. "Primero retrasaban los pagos, luego en 2021 dejaron de abonar nada, alegando la pandemia y problemas personales", detalló Álvarez.  Una multa de 5.000 euros Cuando el contrato expiró en 2022, los inquilinos se negaron a marcharse. Lo que siguió fue un calvario judicial y económico: "Llevo más de tres años sin ingresar ni un euro por mi casa, mientras ellos viven como si nada", denunció Joaquim. Según su testimonio, los okupas disfrutan de un nivel de vida envidiable: son socios del club de golf, frecuentan restaurantes y hasta pagan clases de golf para sus hijos. Sin embargo, el Ayuntamiento de Reus les otorgó un certificado de vulnerabilidad que les protege del desahucio. Àngels Granados, jefa de Bienestar del consistorio, defendió la decisión: " No somos inspectores de Hacienda; evaluamos la documentación presentada, no su veracidad ". La situación escaló cuando Joaquim descubrió que su vivienda estaba publicada en Booking como alojamiento turístico, con reseñas que confirmaban su uso ilegal. "No solo no pagan, sino que lucran con mi propiedad", afirmó. La Agencia Tributaria de Catalunya le impuso una multa de 5.000 euros por operar sin licencia, embargando 500 euros mensuales de su nómina. "Me penalizan a mí, mientras los verdaderos infractores siguen protegidos", lamenta. Okupación en Tarragona El caso ejemplifica las grietas del Real Decreto-ley 11/2020, que protege a personas vulnerables de desalojos sin alternativa habitacional. Aunque la norma busca evitar situaciones de desamparo, críticos señalan que se presta a abusos. " El sistema no distingue entre vulnerabilidad real y fraude ", advirtió un portavoz de la Asociación de Afectados por la Okupación de Tarragona. Mientras, el Ayuntamiento de Reus insiste en que carece de herramientas para investigar los ingresos de los okupas.
Por Ian Mateu 23 de junio de 2025
Un matrimonio de Bujalance, en Córdoba , vive desde hace días una auténtica pesadilla tras ser víctima de una agresión extrema. Eloísa Muñoz, embarazada, y su pareja, Óscar Jiménez, fueron brutalmente golpeados por un grupo de okupas que habían invadido su casa mientras ellos estaban fuera. Al regresar, se encontraron no solo con su vivienda desvalijada, sino también con una emboscada . La familia okupa, conocida en la localidad por su carácter conflictivo, los recibió con palos, cadenas de motocicleta e incluso objetos afilados. “Vinieron a matarnos, si no llega la Guardia Civil a tiempo, nosotros no lo contamos”, afirma Eloísa a un equipo de Atresmedia. La pareja fue atacada cuando acudió al contenedor donde los okupas habían tirado sus pertenencias . “Llegaron y se tiraron contra nosotros para matarnos con unos palos que acababan en punta, que con eso nos rajaban y unas cadenas”, explicó ella. Muestran a cámara las graves secuelas: hematomas, moratones y cortes. Óscar recibió 20 puntos de sutura por una herida abierta en la cabeza, mientras que Eloísa, que espera un bebé, muestra heridas físicas evidentes. Aún tiene el ojo morado y contusiones por todo el cuerpo. “Me pegaron en el brazo, y a él le pegaron con un palo”, añade. “Vinieron a matarnos” Además del impacto físico, permanece en estado de ansiedad y miedo tras lo ocurrido. “Vinieron a matarnos”, repite. “No duermo, se me viene la imagen del hombre a la cabeza, que me va a matar ”, relata Eloísa. La agresión no fue un hecho aislado. Según el testimonio de la pareja, este conflicto se remonta a años atrás, cuando Eloísa denunció a los mismos individuos por haber ocupado la casa de otra vecina. Desde entonces, asegura, han sufrido represalias constantes.
Por Ian Mateu 23 de junio de 2025
El pasado mes de marzo sorprendió profundamente un estudio de Idealista que desveló que en España hubo un total de 20.464 viviendas anunciadas en Idealista que reconocían sufrir un proceso de okupación durante el el cuarto trimestre de 2024. Muchas veces estos números quedan en el aire al no conocerse el número total de inmueble s. En este caso es mucho más útil el porcentaje, que es del 2,6%, es decir, más de dos de cada 100 casas a la venta tienen okupas dentro.  La ciudad de Barcelona lidera este ranking con 723 viviendas okupadas a la venta, seguida por Madrid con 644 vivienda s en el mismo periodo. Girona es la capital española en la que el fenómeno de la venta de viviendas 'okupadas' es más acusado, ya que el 8,8% de las viviendas que se venden en la ciudad se anuncian como okupada. "Los datos ponen de manifiesto la especial relevancia que tiene este fenómeno tanto para el mercado en sí mismo como para la percepción que del mismo tienen los propietarios, y supone un lastre más para la recuperación de la oferta en el mercado", explicaba Francisco Iñareta, portavoz de Idealista. Sin embargo, para comprender los fenómenos hay que ir más allá de los números y conocer casos reales. Uno de estos pisos okupados anunciados a la venta está en la calle Císcar número 20 de Valencia y la descripción es simplemente asombrosa. Este piso es un cuarto exterior con ascensor, cuenta con tres habitaciones y tiene un total de 118 metros cuadrados , según el anuncio, que muestra nada más entrar lo siguiente: "Ocupada ilegalmente". Todo por el módico precio de 350.000 euros. La surrealista descripción de esta vivienda Desde luego, que no esconde nada este anuncio publicado en Idealista. Nada más entrar en el comentario, pone el siguiente texto en mayúsculas: "Ocupado, no visitable, no hipotecable, sin comisión de agencia" . A priori, parece complicado que alguien esté dispuesto a asumir una cantidad de 350.000 euros cuando ni siquiera puede entrar a verlo antes de comprarlo. No acaba ahí la sorprendente descripción: "Se desconoce el estado actual de la vivienda" . No es posible tampoco saber cómo se encuentra el piso , algo bastante a tener en cuenta ya que los okupas en más de una ocasión lo han dejado completamente destrozado, sucio y sin mobiliario. Hay casos en los que se han llegado a encontrar toneladas de basura. No es lo ideal para hacer una inversión , sobre todo teniendo en cuenta que también tendrá por delante una costosa batalla judicial o una mediación para poder expulsar al okupa. Un adorno insuficiente El vendedor vuelve a comentar los detalles en la parte inferior, aunque en este caso adornándolo más: "Se encuentra en un edificio con encanto, construido en 1934, con una superficie de 118 m² de vivienda y 10 m² de elementos comunes, según información catastral" . Aunque tener un okupa dentro no parece demasiado encanto para cualquier comprador. La zona también es la ideal, según el todavía propietario anuncia: " Ubicada en una de las zonas más exclusivas y demandadas de Valencia , rodeada de todos los servicios esenciales, comercios, restaurantes y cafeterías de prestigio". El anuncio sirve casi como guía de turismo: "Además, s e encuentra a pocos minutos andando del emblemático Mercado de Colón y del Jardín del Turia, uno de los pulmones verdes de la ciudad , ideal para disfrutar de paseos y actividades al aire libre". Este anuncio no es algo del pasado ya que se ha actualizado hace tan solo 22 días . Antes de acabar esta detallada descripción, se hace un último inciso: "Este anuncio no es vinculante, puede contener errores, se muestra a título informativo y no contractual" . En muchas ocasiones suelen tener un descuento notable por contar con okupas dentro , pero en este caso podemos encontrar un caramelito de 350.000 con regalo en el interior.