El lobo okupa y los tres cerditos pobres

Ian Mateu • 26 de marzo de 2025

o sé a ustedes, pero a mí de niña me contaban cuentos que se pretendían edificantes. Es decir, con moraleja. Uno de ellos era el de los tres cerditos. Para las víctimas de las últimas reformas educativas, ahí va un spoiler: son tres cerditos que se quieren hacer una casa cada uno. El primero se la hace de papel, el segundo de paja. Así no se estresan mucho y les queda mucho tiempo libre para jugar o para mirar el tiktok de los cerdos. Sólo el tercer cerdito se toma el tema en serio y levanta con el sudor de su lomo una casa de verdad, una casa de ladrillo, mientras los otros dos se burlan de él. No le llaman cerdo capitalista pero sí cerdo empollón, aburrido y culpable de la cerdada suprema: trabajar.


En estas viene un lobo que debe ser muy woke, porque quiere okupar las casas de los cerdos y comérselos. Todo ello gratis, por supuesto. "¡Soplaré, soplaré y vuestra casa derribaré!", grita, tremebundo. La casa de papel y la de paja evidentemente las derriba de un suspiro. Sus habitantes sólo se salvan porque el tercer cerdito, el que invirtió en ladrillo, les acoge y les defiende de la okupación.

De todo eso me he acordado leyendo aquí mismo, en Libertad Digital, la apabullante noticia de que el portal Idealista tiene ya a la venta 20.000 viviendas con okupas dentro. Se dice pronto. Lo cuenta el mismo Idealista en un informe que se hizo público este jueves y que hace eso que a los indepes les gusta tanto —las dichosas balanzas fiscales—, siempre que la comparación no sea odiosa y les deje a ellos con sus propios tocinos al aire.


En Barcelona hay un 7,6 por ciento de viviendas okupadas. La sigue Toledo, con un 4,1 por ciento, Murcia con el 4 por ciento, Girona con el 3,8 por ciento y Sevilla con el 3,7 por ciento. Madrid está en el 2,6 por ciento, justo la media de toda España.


Estos son los porcentajes sobre el total del parque de viviendas. Si miramos las viviendas a la venta que lo son con "bicho", es decir, con okupa dentro, allá vamos: Girona un 8,8 por ciento, Murcia un 5,5 por ciento, Sevilla un 4,7 por ciento, Almería el 3,9 por ciento y Málaga el 3,8 por ciento. Madrid se queda en el 2,3 por ciento, por debajo de la media española.


Sin duda la okupación tiende a ser más alta en determinados núcleos urbanos más importantes o más densamente poblados. Por eso llama la atención que justo en la muy inmobiliariamente apetecible capital de España el tema esté más bajo control que en Barcelona. Entre las leyes de la señorita pepis que hasta ahora han protegido a los propietarios y el discurso de la izquierda molona y gorrona que durante años ha gobernado la capital catalana, el balance es desolador.

No es lo mismo hacer política de vivienda que con la vivienda. Es fascinante el empeño woke en intervenir y topar los alquileres para toda la vida como hizo, quién lo iba a decir, Franco. La gente se cree que la izquierda más ultra defiende más las libertades, cuando su esencia es el puro y duro intervencionismo en todo de la Administración, venga o no venga a cuento. Los extremos y las dictaduras se tocan.


Hasta Franco se dio cuenta de que su regulación masiva de los alquileres, que pudo tener un sentido cuando muchas familias españolas sufrían para levantar cabeza en una economía de posguerra, acabó generando un efecto contrario al deseado. Cada vez se alquilaban menos casas. Decidió el dictador de entonces crear un organismo público sólo para construir nuevas viviendas. ¿Les suena? Vivir es ver volver.


El caso es que ni Franco se atrevió a prometer casas gratis. A nadie. Incluso a los excombatientes de la División Azul se les daban facilidades para acceder a viviendas de protección oficial, pero no les regalaban una dacha. Lo malo de ciertos discursos políticos es que la realidad es tozuda y los deja a la intemperie, como los dos primeros cerditos del cuento.


Claro que, con lo que pasa ahora, el que palmaría es el tercer cerdito, el que construyó una casa de verdad. Se la soplarían. O mirarían para otro lado cantando La Internacional mientras se la soplan otros. Lo cual es más grave de lo que parece, no sólo porque cuestionar el derecho a la propiedad privada y al fruto del trabajo es muy peligroso si se aspira, no sé, a seguir recaudando impuestos. Es que encima sucede otra cosa. En estos lares, la gente invierte sus ahorros en ladrillo como en otras latitudes en Bolsa. Por eso unos tienen burbujas financieras, otros burbujas inmobiliarias, y algunos alumnos aventajados de Bakunin disfrutan las dos.


¿Queremos de verdad que la clase media, o lo que de ella quede, desconfíe de ahorrar para comprarse una casa, vivir en ella y dejársela en herencia a sus hijos? Hasta don Pablo Iglesias y doña Irene Montero pudieron comprarse el famoso chalet de Galapagar porque acababan de heredar de sus respectivos progenitores. Como supongo que esperan que sus tres churumbeles les hereden a ellos. ¿En qué quedamos, señorías? Mientras la Administración no sólo no se tome en serio que viene el lobo, sino que le quiera poner un piso (el nuestro), seguiremos cavando la tumba de todo contrato social imaginable. ¿Y si lo que nos aguarda a la vuelta de la esquina no es ya puro y duro populismo, sino la ley de la selva?



Por Ian Mateu 13 de junio de 2025
El alcalde de Santa Margalida , Joan Monjo, denuncia que en su municipio hay unos 1.500 okupas . El primer edil prefiere llamarlos «turistas sociales» para que no le llamen racista. En este sentido, resalta que hay unas 250 viviendas okupadas «en las que podrían vivir familias».  Monjo explica que hace años que padecen esta situación, que se agrava cada día y teme que puedan producirse daños mayores, como incendios, etc., ya que estas persona no habitan en condiciones óptimas. « En cada piso viven 10-12 personas, sin contar con las garantías de salubridad y seguridad mínimas », advierte. Para evitar males mayores, el Ajuntament de Santa Margalida tapia las viviendas, pero el alcalde lamenta que al poco tiempo vuelven a ser okupadas. Una de las promociones de viviendas okupas. Cabe precisar que gran parte de las viviendas okupadas actualmente son inmuebles que quedaron i nacabados o pendientes de la finalización de obra debido a la crisis de vivienda de los años 2008-2010. «Hay unas 80 viviendas de este tipo, a las que hay que añadir unas 36 de bloques de apartamentos, así cómo unas 130 repartidas en el municipio; la mayoría de ellas son de los bancos», detalla. El primer edil reitera su preocupación por este asunto, ya que asegura que muchos de los que okupan estos inmuebles delinquen en el municipio. «Hay personas de todo tipo. Algunos son inmigrantes ilegales , que se dedican al top manta en nuestras playas; pero también hay trabajadores que no quieren pagar un alquiler. Lamentablemente, también hay niños », expone. Imagen de 36 partamentos turísticos okupados en Can Picafort. «Las viviendas no nos las quitan los turistas» El alcalde de Santa Margalida asegura que «las viviendas no nos las quitan los turistas» . En este punto, insiste en que en su municipio hay unos 250 inmuebles okupados, en los que podrían vivir familias. A su modo de ver, se está demonizando al turismo y culpándolo de la masificación, cuando realmente no es la causa. Monjo reprocha a los políticos con competencias en la materia que no adopten las medidas pertinentes para solucionar las dificultades para acceder a la vivienda. Además, subraya que el turismo es el principal motor de la economía balear . «En Santa Margalida tenemos 17.000 plazas hoteleras, que pagan sus impuestos y generan puestos de trabajo. Sin embargo, tenemos unos 1.500 turistas sociales que no abonan nada y sí generan muchos problemas », sentencia. Por ello, exige que se deje de criminalizar al turismo y se adopten las medidas necesarias para poner fin a la okupación y facilitar el acceso a la vivienda. Además, recrimina que se hayan construido muy pocas viviendas desde 2010 y reprocha al Pacte del Progrès que eliminase del Plan Teritorial los urbanizables y los falsos urbanos, ya que «ha hecho que las viviendas se encarezcan». Por tanto, reitera que la falta de vivienda que padece Mallorca es consecencia, principalmente, de la okupación y de las decisiones políticas que han frenado las nuevas edificaciones.
Por Ian Mateu 13 de junio de 2025
«Ya advertí que el sistema de pensiones estaba quebrado. Europa me ha dado la razón» , declara el economista Pep Ignasi Aguiló . En este sentido, explica que el hecho de que la Unión Europea haya exigido a España que haga un nuevo examen al sistema de pensiones pone de manifiesto que el primero no fue válido y, por tanto, no se puede asegurar que sea viable tal como está configurado en este momento. A su modo de ver, si se hiciese un examen exhaustivo reflejaría estas deficiencias . Sin embargo, sospecha que «la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) lo presentará de una forma tan técnica que le permitirá al Gobierno seguir como hasta ahora ; relegará el problema al futuro». Pese a que este asunto genera mucha inquietud, Aguiló lanza un mesaje de tranquilidad a los pensionistas , ya que asegura que podrían tomarse medidas para que sí sea factible el sistema de pensiones. Sin embargo, no confía en que el Gobierno liderado por Pedro Sánchez vaya a a hacerlo. Noticias relacionadas  El prestigioso economista viene advirtiendo desde hace tiempo que «sin las aportaciones del Estado no se podría pagar las pensiones» . No obstante, reitera que los pensionistas «seguirán cobrando sus pagas» porque el Gobierno se endeuda para aportar lo que hace falta, que cada vez es mayor puesto que el número de beneficiarios no para de crecer. « Las pensiones no están en peligro porque la fuerza electoral del colectivo es lo suficientemente grande como para que se asignen fondos desde otras partidas». Sin embargo, lamenta que esto vaya en contra del crecimiento económico de España y de la prosperidad de generaciones más jóvenes. Más jubilados que nacimientos en España En el caso concreto de los jubilados , Aguiló explica que la conocida como generación del 'baby boom', es decir, los nacidos en los años 60, se están retirando ahora; a lo que hay que añadir que la esperanza de vida cada vez es mayor , por lo que los pensionistas cobran durante más tiempo. Cabe destacar que en España ya hay más nuevos jubilados que nacimientos: en 2024 nacieron 322.034 bebés, mientras que se dieron de alta 368.065 nuevos jubilados. En Baleares aún hay más nacimientos que nuevos retirados. Sin embargo, los expertos avisan que pronto se producirá un sorpasso. «Los desafíos financieros a los que se enfranta España son de gran magnitud. Pues, por las características de la evolución demográfica y de la acción política suponen un incremento muy considerable de las necesidades financieras», sentencia. En este punto, añade que «nuestro sistema es de reparto y lleva varios años acumulando déficits que se sufragan por préstamos realizados por el Estado».
Por Ian Mateu 13 de junio de 2025
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